EL PUERTO: Morante reafirma su trono, Roca Rey impone su poder y Daniel Crespo se consagra

Morante volvió a erigirse, en El Puerto, como el gran referente de la emoción en el toreo, papel que ha desempeñado a lo largo de su carrera. Roca Rey, fiel a su identidad, aportó la intensidad y el empuje del toreo contemporáneo. El primero representa la herencia de toda una historia; el segundo, la fuerza de la última década. Y, entre ambos, irrumpió con fuerza Daniel Crespo, cuyo nombre merece escucharse más allá de Despeñaperros.

El ambiente en los tendidos era de expectación y hambre de arte. Morante desplegó un toreo soñado, el que persiguen los matadores desde que Cúchares inventara el engaño. Ha demostrado que es posible mantener ese nivel artístico frente a muchos toros y durante muchas tardes, desafiando creencias antiguas.

Roca Rey respondió con su estilo inconfundible: un toreo poderoso, intenso y sin concesiones, que combina fuerza física y temple. Su fidelidad a esa esencia es motivo de respeto. Por su parte Daniel Crespo brilló en el sexto con un vibrante recibo a la verónica que puso al público en pie. Frente a un bravo y exigente Núñez del Cuvillo, firmó una faena de gran calidad y cortó dos orejas. En su primer turno, pese a su empeño, el toro no acompañó y saludó una ovación.

El Puerto de Santa María, Cádiz. Cuarto festejo de abono. Lleno de ‘No hay billetes’. Toros de Núñez del Cuvillo.

MORANTE DE LA PUEBLA, dos orejas y ovación.

ANDRÉS ROCA REY, dos orejas tras aviso y ovación tras aviso.

DANIEL CRESPO, ovación y dos orejas.