AZPEITIA: Borja Jiménez triunfador del ciclo de San Ignacio

La Feria Taurina de San Ignacio 2025 en Azpeitia, celebrada del 31 de julio al 2 de agosto, ha sido un evento destacado en el calendario taurino, caracterizado por su ambiente tradicional. El ambiente de Azpeitia se mantuvo fiel a su tradición, con un público entregado y un respeto profundo por la tauromaquia. La plaza se llenó en todas las tardes, reflejando el fervor de la localidad por la fiesta brava .

Jueves 31 de julio – Toros de Loreto Charro y Vellosino: Morante de la Puebla: Enfrentó a un toro de Vellosino que llegó sin fuerza al último tercio. A pesar de su disposición, el astado no permitió lucimiento. Fue ovacionado tras una faena sin opciones de triunfo. Daniel Luque: Cortó una oreja a cada uno de sus toros. En el primero, un sobrero de Loreto Charro, ligó tandas desiguales que llegaron al público. En el quinto, el más soso del festejo, logró otra oreja tras un final de faena con cercanías junto a las tablas. Juan Ortega: Logró una oreja en el último toro con tandas destacadas pero sin continuidad ni limpieza total. En su primero, se diluyó en intentos de naturales que nunca llegaron a tener la rotundidad.

Viernes 1 de agosto – Toros de Ana Romero: Morenito de Aranda: Se mostró poco confiado en su primero y mejoró en su cuarto, paseando una oreja. Damián Castaño: Marcado por una reciente cogida, no templó bien a sus toros y falló con el buen quinto. José Fernando Molina: Aunque mostró algo de temple, careció de continuidad en su faena y solo consiguió una oreja por una gran estocada.

Sábado 2 de agosto – Toros de Murteira Grave: Paco Ureña: en su primer toro, mostrando disposición y voluntad. En su segundo toro, un animal con pocas fuerzas, se justificó, pero sin lograr mayor lucimiento. Su actuación fue voluntariosa. Tomás Rufo, estuvo discreto, sin momentos destacados que marcaran la su la tarde. Borja Jiménez: Cortó una oreja en cada uno de sus toros. En su primer toro, mostró un inicio brillante con dos tandas de derechazos intensos, pero su faena perdió fuerza con adornos improvisados y un cierre que enfrió al público. En su segundo toro, combinó buenos muletazos con momentos de desorden, destacando unos ayudados que pusieron el epílogo antes de un pinchazo que le impidió cortar las dos orejas. A pesar de no lograr un triunfo rotundo, salió a hombros al final del festejo.